Frente al mismo rival ante el que tocó fondo hace nada (12 de diciembre), el Real Madrid reafirmó un crecimiento que ahora parece imparable. Los blancos redujeron a muy poca cosa al Zalgiris con una defensa extraordinaria y una notable aportación de la segunda unidad, que va tan al alza como todo el equipo. Las dos cosas están muy relacionadas.
Más fondo de armario
El primero, ante los problemas de faltas de Tavares (sólo jugó 10 minutos), puso la intensidad y el esfuerzo para acabar con 13 puntos. El segundo se quitó la mochila imaginaria con la que juega habitualmente. Dio buenos relevos a Campazzo para acabar con nueve puntos, su tope en la Euroliga. Además de ganar, el Madrid va ampliando su fondo de armario.
El Zalgiris sólo inquietó en el primer cuarto, cuando el contraste en los triples marcó la diferencia: 26-15 con 6/11 para unos y 0/7 para otros. Pero en los tres siguientes actos, con la defensa blanca ya ajustada, los lituanos se quedaron en un pobre 2/17. Les pesó la lesión de Francisco, que se torció un tobillo y sólo pudo jugar tres minutos, y el mal día de Walker, bien atado.
Pese a la carga de partidos que lleva encima, empezó a morder el Madrid coincidiendo con la rotación completa y el Zalgiris sólo pudo meter ocho puntos con dos canastas en juego en el segundo cuarto. Ibaka se soltó en ataque anotando en la zona y hasta el primer triple de su equipo. Lideró un parcial de 2-15 que puso arriba al Madrid (28-30). Un punto arriba al descanso (34-35).
Siete puntos de Musa en 10 segundos
Al regreso a la acción, dos prontas faltas de Tavares. Aguantaron el golpe los madridistas, que tuvieron algún rato bueno en ataque. Triple de Hezonja, gran penetración de Campazzo y siete puntos en 10 segundos de Musa después de un 3+1 con antideportiva y otro triple suyo. Así se cerró un parcial de 2-12. Vendría luego otro de 0-8 con dos canastas plenas de fundamentos de Abalde. Partido encarrilado (44-55) y el Zalgiris atascado ante la defensa blanca. Sólo 20 puntos entre el segundo y el tercer periodo.
En el cuarto, el golpe final con otro arranque demoledor y un quinteto nada habitual: Feliz, Llull, Abalde, Ndiaye e Ibaka. Gran labor del ala-pívot canterano (seis puntos y siete rebotes) dentro de un 0-13 que llevó la diferencia a una máxima de 46-68 (minuto 33). La defensa había asfixiado al Zalgiris, el Madrid sigue lanzado y, además, suma efectivos a la causa.
Ficha técnica
64 – Zalgiris (26+8+12+18): Giedraitis (8), Walker IV (17), Manek (3), Butkevicius (3) y Dunston (2) -cinco inicial-, Francisco (5), Lekavicius (7), Brazdeikis (2), Birutis (4), Smailagic (9), Sirvydis (3), Ulanovas (1).
83 – Real Madrid (15+20+20+28): Campazzo (13), Rathan-Mayes (2), Musa (17), Ndiaye (6), Tavares (2) -cinco inicial-; Hezonja (10), Andrés Feliz (9), Llull (3), Hugo González (-), Ibaka (13), Garuba (4), Abalde (4).
